martes, 1 de noviembre de 2011

Apego





Definición de apego




El apego, según Ainsworth, puede definirse como un lazo afectivo que una persona establece entre el mismo y otro concreto, un lazo que los vincula en el espacio y que perdurara en el tiempo. Los niños demuestran su apego a través de las conductas de búsqueda de la proximidad, para mantener el contacto y de resistencia a la separación.


Por otra parte, Bowlby define el apego como “cualquier forma de conducta que tiene como resultado el logro o la conservación de la proximidad con otro individuo claramente identificado al que se considera mejor capacitado para enfrentarse al mundo”.



El apego en el campo del desarrollo infantil se refiere a un vínculo que se forman entre madre-infante o cuidador primario-infante. 1) es una relación emocional perdurable con una persona en específico; 2) esta relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer; 3) la pérdida de la persona evoca una intensa angustia.


La capacidad biológica de vincularse y crear apego, se relaciona con el impulso de sobrevivir como algo básico en todas las especies. Con la dependencia primaria y la respuesta materna a aquella dependencia, se desarrolla una relación. Se supone que una madre saludable emocional y físicamente se sentirá atraída a su bebé, sentirá deseo de besarlo, olerlo, abrazarlo, arrullarlo, etc., el niño responderá a todos estos contactos.


La formación de una relación cálida entre niño y madre es crucial para la supervivencia y desarrollo saludable del pequeño, tanto como lo es la provisión de comida, cuidado infantil, la estimulación y la disciplina. Así, el amor materno en la infancia es tan crucial para la salud mental como lo son las vitaminas y las proteínas en la salud física.



3.2 Formación del apego


Según Eric Erikson, el primer año de vida está caracterizado por la fase del desarrollo de la confianza v/s desconfianza. Imagine como se sentiría si después de una vida de protección y calor dentro del útero materno, deba enfrentarse a un mundo menos seguro. Erikson creía que el niño(a) aprende a confiar cuando es cuidado de una forma consistente y cálida. El principal vínculo afectivo que el bebe establece es con su madre, a través del contacto de ambos piel con piel, durante la primera hora del parto.


Aquellas experiencias que forman el vínculo incluyen, pasar tiempo juntos, interacciones cara a cara, contacto visual, cercanía física, el toque y otras experiencias sensoriales primarias. Algunos científicos creen que el factor más importante en la creación de apego, es el contacto físico positivo (abrazar, coger del hombro, mecer, etc.)



Fases en la formación de apego



Nacimiento-2 meses: Orientación hacia las personas, emisión de señales, primeras interacciones madre-hijo (amamantamiento) y cuidados corporales.


3-7 meses: Las conductas del bebé se producen en su relación con la madre, siendo más intensas que cuando esta con otras personas. Sonrisas y gorjeos.


7 meses-3 años: Conducta de apego, el pequeño trata de mantener contacto con la figura de apego mediante llamadas y llanto ante la separación. Sigue a la madre con la mirada, la presencia de la madre le proporciona seguridad para explorar.


3 años en adelante. Formación de pareja con corrección de objetivos. El niño se va haciendo más independiente de la madre.



3.3 Tipos de apego


Para evaluar la conducta de apego se diseñó un instrumento denominado el procedimiento de la situación extraña, en el cual participan la madre, su hijo y una mujer desconocida. A partir de las observaciones en la interacción entre estos, se pueden clasificar a los niños en los diversos tipos de apego:






  • Seguro: el niño da muestras de echar de menos a la madre en la separación, la saluda activamente en su regreso, se serena y vuelve a sus juegos.


  • Evitante: el niño no muestra desagrado ante la separación e ignora y evita a la madre cuando ésta regresa.


  • Resistente: El niño se siente muy perturbado por la separación y busca el contacto tras el regreso, pero la madre no logra sosegarlo.


  • Desorganizado/desorientado: desorden de secuencias temporales, movimientos y expresiones estereotipadas, confusión, aprensión y rigidez en la conducta.


3.4 Factores que influyen en la formación del apego



a) Factores del niño: de acuerdo con algunos estudios, se consideran tres aspectos: temperamento, sus experiencias previas y su patología. El temperamento es muy importante ya que invita a la madre a aproximarse a su hijo, cuidarlo y quererlo.



b) Factores maternos: la sensibilidad de la madre a las señales del bebé, el hecho de intervenir en el momento adecuado, la regularidad de la conducta materna y sus resultados, todo ello hace que el bebé tenga la sensación de controlar el medio.



Algunos investigadores han señalado que una madre suficientemente buena, es aquella que durante los primeros días de la vida de su hijo se identifica estrechamente con él, adaptándose a sus necesidades, para que el niño pueda acomodarse a ella, sin daño para su salud psíquica, así como una madre insuficientemente buena es aquella que globalmente no tiene capacidad para identificarse con las necesidades del bebé y pasa de una adaptación a la negligencia.





“La construcción de las primeras relaciones afectivas es probablemente uno de los más trascendentes en el proceso de humanización.”












Es importante saber que durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de su vida, dando especial importancia a la formación del vínculo, ya que la carencia de este deriva en conflictos emocionales futuros. Se ha encontrado que, programas que ayudan a facilitar tanto la estabilidad emocional como el desarrollo del niño, por medio de actividades en, las cuales se esta en contacto con el bebe, puede ayudar a las madres tanto adolescentes como adultas a desarrollar un apego seguro en sus bebes , además de incrementar la sensibilidad en ellas y disminuir el efecto negativo de variables como la pobreza, la premadurez, la hospitalización, la maternidad adolescente, sobre la relación de apego.



Harry Frederik Harlow generó diversas investigaciones, donde observó que pequeños primates en situaciones de separación parcial y total de su madre, emitían gritos agudos, intentaban reunirse con ella y corrían de manera desorientada por la jaula, mientras que sus madres aullaban y amenazaban al experimentador. A su vez, los pequeños primates mostraron poco interés por jugar e interactuar con otros primates en situación similar.


Al reencontrarse con su madre, establecían un fuerte contacto con ella y se aferraban a su figura más intensamente que antes de la separación. En otras investigaciones en las que se aplicó durante tres meses un aislamiento social total a los primates, se pudo observar los devastadores efectos del procedimiento: retraimiento extremo, síntomas de depresión, incluso, uno de ellos murió de inanición al rechazar la comida de su jaula.



Algunos interesados descubrieron que una de las bondades del vínculo afectivo es la conducta pro social de los niños en edad preescolar, la cual se presenta comúnmente en el tercer año de edad. Pues el niño en su primera relación de apego empieza a interesarse por los demás, gracias a la sensación de confianza y seguridad que le brinda su cuidador, así los niños se preocupan menos por satisfacer sus propios deseos y son más sensibles a los sentimientos y necesidades de los demás.



Debido a la gran importancia que tiene el desarrollo del apego cuando existe un abandono o negligencia emocional, en la primera etapa de vida, los efectos pueden ser devastadores. El niño que es abandonado o maltratado por sus padres o por sus cuidadores, se verá afectado en cuanto a su desarrollo físico, intelectual y social.



La mayoría de los problemas de apego varían dependiendo de la naturaleza, intensidad, duración y el momento en que ocurrió la negligencia o el maltrato, las señales que los clínicos experimentados consideran al trabajar con niños maltratados son:




  • Retraso en el desarrollo: la falta de experiencias consistentes y enriquecedoras en la niñez temprana, puede tener como consecuencia retrasos en el desarrollo motor, del lenguaje, social y cognoscitivo del niño.


  • Conductas calmantes: emplean conductas como morderse, golpearse la cabeza, mecerse, cantarse, arañarse, etc.


  • Funcionamiento emocional: gama de problemas emocionales, incluyendo síntomas de depresión y ansiedad.


  • Agresión: se relaciona con dos problemas principales, 1) la falta de empatía y 2) el pobre control de impulsos.

Se ha considera que el vinculo entre la mama y el bebe puede afectar de cierta manera el percentil de inteligencia del mismo, ya que según algunos estudios, los niños que tienen un vinculo muy bueno tienden a tener un percentil mas elevado


Asimismo se han investigado las manifestaciones del vinculo afectivo de madres con múltiples factores de riesgo y maltrato; es decir, con dependencia a sustancias toxicas y grave inestabilidad emocional. Se descubrió que estas madres dan gran valor a las experiencias vividas en la infancia y a las relaciones afectivas que establecen en la vida adulta, muy probablemente no hubo una formación de vinculo afectivo durante su infancia, generando así este tipo de cuestiones.


También se ha indagado acerca de la existencia de un patrón de apego en familias de tres generaciones: abuela, madre adolescente, hijos. Pues en ocasiones los abuelos son una de las principales fuentes de apoyo emocional afectivo. Los niños a partir del segundo año de vida, amplían sus patrones de apego a otras personas, subsidiarias como aquellas que pueden remplazar a la madre durante sus ausencias, procurándole al niño los cuidados que este necesita y una base para una segura exploración.



Finalmente se observó que si bien, la mayoría de las abuelas mantienen relaciones de apego seguras. Las madres adolescentes constituyen las figuras de apego principales para los niños, estas madres viven en la residencia de sus padres.



Sin embargo, en el caso de los niños que son adoptados, algunos estudiosos han mencionado que la calidad del apego en madres no adoptivas es similar a las adoptivas y el lazo inicial que se establece entre madre-hijo no parece ser indispensable para la formación de una relación familiar sana. La gran mayoría de los niños adoptados logran una buena adaptación y que solo una pequeña minoría presenta problemas en la edad escolar.



4.1 Algunas recomendaciones



Si alguna vez nos encontramos con algún pequeño que sufrió algún tipo de negligencia podemos ayudarlo con las siguientes recomendaciones:



JNútrelos y cuídalos.



JTrata de entender su conducta antes de castigarlos o de aplicarles las consecuencias.



JHacer el papel de padre para estos niños, de acuerdo a su edad emocional.



JSe consistente, predecible y repetitivo en lo que se le explica.



J Enséñales y modélales conductas sociales apropiadas, ya que en la mayoría de las ocasiones estos niños no recibieron esta enseñanza, de modo que les es más difícil relacionarse con otras personas.



J Escúchalos y habla con ellos.


J Tener expectativas realistas de los niños.



J Ser paciente con el progreso del niño y contigo mismo.





REFERENCIAS



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Construcción del bienestar y buenas prácticas en la atención a la infancia. Evolución del patrón de apego en una muestra de madres con múltiples factores de riesgo y maltrato. X Congreso estatal de infancia maltratada.


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7 comentarios:

  1. Me pareció un tema muy interesante, poder entender más sobre estos vínculos madre e hijo, además de que el blog está muy completo y es muy bueno y tienen un buen manejo del contenido y de la información.

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  2. Muchas gracias por tu comentario y por formar parte del blog, esperemos que siga siendo de ayuda, y sobre todo si tienes dudas o requieres mayor información no dudes en preguntar. Buen día

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  3. no creia en que un niño no pudiera vivir si la atencion de sus padres creia q con darle de comer podia vivir bien :)

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  4. me gusto el video de APEGO II

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  5. cuando no se tiene madre a quien puede ir dirigido el apego? o solo puede ser de madre a hijo?

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  6. Muy buena información,sigan así

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  7. En este caso, quisimos enfocar la investigación en la formación del vinculo afectivo entre la madre (biológica) y el hijo, sin embargo ese vinculo puede darse con el contacto con otras personas, mientras estas brinden los cuidados necesarios al bebé y pasen tiempo con el. De hecho los vínculos los seguimos formando cuando crecemos, al relacionarnos con los demás.

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