4.    Importancia del vínculo afectivo
“La construcción de las primeras relaciones afectivas es probablemente uno de los más trascendentes en el proceso de humanización.”
Es importante saber que durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento  emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de su vida, dando especial importancia a la formación del vínculo, ya que la carencia de este deriva en conflictos emocionales futuros.
Harry Frederik Harlow generó diversas investigaciones, donde observó que pequeños primates en situaciones de separación parcial y total de su madre, emitían gritos agudos, intentaban reunirse con ella y corrían de manera desorientada por la jaula, mientras que sus madres aullaban y amenazaban al experimentador. A su vez, los pequeños primates mostraron poco interés por jugar e interactuar con otros primates en situación similar.
Al reencontrarse con su madre, establecían un fuerte contacto con ella y se aferraban a su figura más intensamente que antes de la separación. En otras investigaciones en las que se aplicó durante tres meses un aislamiento social total a los primates, se pudo observar los devastadores efectos del procedimiento: retraimiento extremo, síntomas de depresión, incluso, uno de ellos murió de inanición al rechazar la comida de su jaula.

 Algunos interesados descubrieron que una de las bondades del vínculo afectivo es la conducta pro social de los niños en edad preescolar, la cual se presenta comúnmente en el tercer año de edad. Pues el niño en su primera relación de apego empieza a interesarse por los demás, gracias a la sensación de confianza y seguridad que le brinda su cuidador, así los niños se preocupan menos por satisfacer sus propios deseos y son más sensibles a los sentimientos y necesidades de los demás.
Debido a la gran importancia que tiene el desarrollo del apego cuando existe un abandono o negligencia emocional, en la primera etapa de vida, los efectos pueden ser devastadores. El niño que es abandonado o maltratado por sus padres o por sus cuidadores, se verá afectado en cuanto a su desarrollo físico, intelectual y social.
La mayoría de los problemas de apego varían dependiendo de la naturaleza, intensidad, duración y el momento en que ocurrió la negligencia o el maltrato, las señales que los clínicos experimentados consideran al trabajar con niños maltratados son:
  • Retraso en el desarrollo: la falta de experiencias consistentes y enriquecedoras en la niñez temprana, puede tener como consecuencia retrasos en el desarrollo motor, del lenguaje, social y cognoscitivo del niño.
  • Conductas calmantes: emplean conductas como morderse, golpearse la cabeza, mecerse, cantarse, arañarse, etc.
  • Funcionamiento emocional: gama de problemas emocionales, incluyendo síntomas de depresión y ansiedad.
  • Agresión: se relaciona con dos problemas principales, 1) la falta de empatía y 2) el pobre control de impulsos.
Asimismo se han investigado las manifestaciones del vinculo afectivo de madres con múltiples factores de riesgo y maltrato; es decir, con dependencia a sustancias toxicas y grave inestabilidad emocional. Se descubrió que estas madres dan gran valor a las experiencias vividas en la infancia y a las relaciones afectivas que establecen en la vida adulta, muy probablemente no hubo una formación de vinculo afectivo durante su infancia, generando así este tipo de cuestiones.
También se ha indagado acerca de la existencia de un patrón de apego en familias de tres generaciones: abuela, madre adolescente, hijos. Pues en ocasiones los abuelos son una de las  principales fuentes de apoyo emocional afectivo. Los niños a partir del segundo año de vida, amplían sus patrones de apego a otras personas, subsidiarias como aquellas que pueden remplazar a la madre durante sus ausencias, procurándole al niño los cuidados que este necesita y una base para una segura exploración.
Finalmente se observó que si bien, la mayoría de las abuelas mantienen relaciones de apego seguras. Las madres adolescentes constituyen las figuras de apego principales para los niños, estas madres viven en la residencia de sus padres.
Sin embargo, en el caso de los niños que son adoptados, algunos estudiosos han mencionado que la calidad del apego en madres no adoptivas es similar a las adoptivas y el lazo inicial que se establece entre madre-hijo no parece ser indispensable para la formación de una relación familiar sana. La gran mayoría de los niños adoptados logran una buena adaptación y que solo una pequeña minoría presenta  problemas en la edad escolar.

4.1 Algunas recomendaciones
Si alguna vez nos encontramos con algún pequeño que sufrió algún tipo de negligencia podemos ayudarlo con las siguientes recomendaciones:
JNútrelos y cuídalos.
JTrata de entender su conducta antes de castigarlos o de aplicarles las consecuencias.
JHacer el papel de padre para estos niños, de acuerdo a su edad emocional.
JSe consistente, predecible y repetitivo en lo que se le explica.
J Enséñales y modélales conductas sociales apropiadas, ya que en la mayoría de las ocasiones estos niños no recibieron esta enseñanza, de modo que les es más difícil relacionarse con otras personas.
J Escúchalos y habla con ellos.
J Tener expectativas realistas de los niños.
J Ser paciente con el progreso del niño y contigo mismo.

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